El bacalao en salazón es un pescado muy presente en nuestro recetario tradicional, y además es un producto realmente versátil con el que se pueden elaborar multitud de platos diferentes. Pero, sea cual sea la receta que queramos preparar hay un punto clave que todas ellas van a tener en común y que va a determinar que el plato sea un éxito o por el contrario, que no se pueda comer.
Nos referimos por supuesto al desalado del bacalao. Vamos a daros algunos trucos y consejos para que consigáis el punto exacto de sal en todos vuestros platos.
Algunos consejos previos que conviene saber antes de empezar el proceso:
- Para que el desalado sea más fácil y homogéneo en toda la pieza es mejor desalar el bacalao en trozos pequeños, y no la pieza entera.
- La sal se acumula principalmente en la piel, por lo que a la hora de colocar los trozos es mejor hacerlo con la piel hacia arriba.
- Cuanto más fría esté el agua, mejor será el desalado
- Una vez desalado, no lo cocines inmediatamente, déjalo unas 4 horas en refrigeración, ganará en jugosidad.
Otra duda muy habitual que nos puede surgir es, ¿cuánto tiempo tengo que dejar en agua el bacalao? Pues bien, no hay un tiempo estándar establecido, dependerá del tipo de pieza que estemos desalando:
- Lomos de bacalao: suelen ser las piezas más gruesas por lo que necesitarán más tiempo de desalado. Se suelen dejar a remojo 2 días, con cambios de agua cada 6 horas.
- Filetes de bacalao: son piezas más finas que los lomos, por lo que el tiempo de remojo es menor. Los filetes hay que mantenerlos en agua un día y medio, con cambios de agua cada 8 horas.
- Migas de bacalao: como su propio nombre indica son migas, por lo que con tan solo 30 minutos estarán listas para cocinar.
Sabiendo todo esto, ya estamos preparados para empezar a desalar:
- Lavar con abundante agua fría los trozos de bacalao. Así conseguiremos quitar parte de la gruesa capa de sal superficial en la que viene envuelta la pieza.
- Llenamos un recipiente de agua fría. Hay que asegurarse que sea lo suficientemente grande para que quepan todas las piezas de bacalao.
- Colocamos el bacalao, con la piel hacia arriba en el recipiente con agua, y se introduce en la nevera.
- Durante todo el proceso, hay que mantener el bacalao en la nevera, solo sacándolo para hacer los cambios de agua que le correspondan.
- Cuando haya pasado el tiempo necesario, secamos el bacalao con un paño limpio y ya podemos empezar a cocinar
Esperamos que pongáis en práctica estos trucos y que os sirvan para que las recetas que elaboréis a base de bacalao salado sean todo un éxito.
Es muy importante saber desalar el bacalao bien, para que podamos disfrutar de éste preciado pescado.