Hasta los que más se cuidan hacen en Navidad la vista gorda ante una bandeja de turrón y unas cuantas cenas y comidas copiosas. “En enero -decimos- empiezo a cuidarme”.
Para no acabar por incumplir esa promesa que le hacemos a nuestra salud y al diámetro de nuestras cinturas, lo ideal es volver a la normalidad progresivamente, sin necesidad de padecer los sufrimientos de las dietas, sino alimentándonos de forma equilibrada. Y para ello el bacalao es una opción especialmente apropiada, ya que nos aporta todos los nutrientes esenciales con escasos índices de grasas -además, saludables- y para colmo se prepara de mil deliciosas formas.
El bacalao aporta proteínas de alta calidad -en proporciones similares a la carne-, lo que permite la reparación celular. Es bajo en calorías, ya que su cantidad de grasa es casi imperceptible, así que es perfecto para decir “bye bye!” a los kilos de más.
Si quieres comer sano, delicioso y hacer desaparecer de tu figura cualquier pista que delate lo que hiciste en Navidad, el bacalao es, junto a un ejercicio moderado, garantía de éxito.