Os traemos otra de esas pequeñas historias en la historia en la que, además del bacalao, Canarias es protagonista: el dominio canario en la pesca del bacalao de 1864 en el Sahara.
Como bien nos explica el ABC Canarias, en 1860 Marruecos y España firmaron en Tetuán un tratado de paz y amistad muy importante para Canarias en el que establecía que España podría ensanchar sus límites y Marruecos permitiría la presencia de misioneros.
Tras ello, los canarios se dedicaron intensivamente a la pesca mientras que los británicos, franceses e italianos trataban de acercarse al rey de Marruecos en busca su “trozo de pastel”.
Y así lo hicieron, aprovechando la distancia entre Canarias y la Península estableciéndose los primeros contactos entre saharauis y representantes europeos.
En aquella época, de acuerdo con los datos que constan en la Sociedad Económica de Amigos del País en Gran Canaria, 30 buques con 709 hombres de Canarias capturaban tres millones de unidades de bacalao, mientras que los 6.000 buques en Terranova, con 120.000 marineros, no superaban los 48 millones.
La capacidad de esfuerzo de los pescadores isleños era tal que no solo se reflejaba en sus cifras, si no que no existía ni un solo registro por ahogamiento.
En vista de la riqueza, los saharauis intentan establecer un acuerdo comercial con los británicos y un acuerdo de protección militar con Francia.
El británico John Davidson, en su intento por ganarse la confianza de los trajo obsequios del Reino Unido: armas, telas y azúcar. Davidson murió en el desierto rumbo a Mali en una de sus exploraciones.
Por tanto, el buque con la mercancía no pudo atracar en el Sáhara y regresó al Reino Unido. De haber llegado ese armamento quizás esta historia sería distinta a la que conocemos actualmente, ¿no creéis?.
Fotografía de portada: ABC Canarias