La pesca del bacalao es una de las más antiguas que se conocen en España y Europa. El arte de la pesca en pareja es muy antiguo, pero se ha utilizado casi en exclusiva por gallegos y vascos. La mayor zona de pesca del mundo, el banco de Terranova, en el Océano Atlántico unida a la excelente calidad de la conserva del bacalao salado y secado, supuso convertir el bacalao en un alimento de primer orden para España desde el siglo XVI hasta hoy.
La pesca del bacalao se ha realizado, tradicionalmente, mediante la técnica de arrastre, es decir, una red a ras del fondo marino, que recoge todo lo que aparece a su paso. Para conseguir que la red de arrastre mantuviera abierta su boca y así recoger los peces, eran necesarias dos embarcaciones, una pareja de pesqueros, que navegando en paralelo (a unos 300 metros) y tan coordinados como una pareja de baile, conseguían mantener la red abierta. La corrida podía durar cinco o seis horas hasta que, de mutuo acuerdo, la pareja empezaba a virar y se aproximaban el uno al otro.
Con el paso de los años y al introducirse la propulsión a motor, se introdujeron también las puertas de arrastre, que tiran de la red lateralmente para mantenerla abierta. Desde ese momento dejaron de ser necesarias las dos embarcaciones para arrastrar la red y se pasó a utilizar una sola. No obstante, todavía queda alguna pareja bacaladera faenando por los mares del Norte.
Puedes ver un video muy ilustrativo sobre la pesca en pareja del bacalao, aquí