Las cocochas frescas son difíciles de encontrar y no siempre se pueden encargar en todas las pescaderías. Una opción para disfrutar de este manjar es comprar las cocochas en salazón.
Lo primero que hay que hacer es desalar las cocochas, para ello, se procede como con el bacalao en salazón, pero cambiando los tiempos y/o cambios de agua. La recomendación es ponerlas en agua fría durante 24 horas en el frigorífico y cambiando el agua tres veces.
Después del desalado de las cocochas viene la pregunta, ¿hay que quitarle la piel? Pues hay respuesta para todos los gustos. Si bien es cierto que mucha gente sólo recorta el exceso de piel que bordea la cococha, la forma más cómoda y agradable de disfrutar de este manjar es quitándole la piel, la degustación es más fina y rica.
Si la decisión es quitar la piel, es fácil, aunque hay que hacerlo con cuidado, simplemente hay que tirar de la piel para desnudar la carne, como cuando se quita la piel de ciertos pescados para los que no se necesita cuchillo.