Ingredientes (4 personas)
350 g. de bacalao desalado · 3 dientes de ajo · 250 ml. de aceite de oliva virgen del bueno (pero que no sea muy amargo) · 40 ml. de leche entera · Sal
Preparación
Pelamos los ajos y los majamos en un mortero con una pizca de sal. Ponemos un chorrito de aceite en un cazo, calentamos a fuego suave y sofreímos.
En el mismo aceite y sin retirar los ajos agregamos el bacalao sin piel y en trozos, subimos un poco el fuego y lo sofreímos hasta que se ablande y comience a soltar líquido. Lo retiramos del fuego.
Con un tenedor desmenuzamos un poco el bacalao. A partir de aquí podemos montar la emulsión con el aceite de oliva a mano o con una batidora eléctrica.
Vamos agregando el aceite poco a poco. De vez en cuando agregamos una cucharada de la leche, que deberá estar templada.
Proseguimos hasta terminar el aceite y la leche. Probamos de sazón, si le falta sal añadiremos en este paso. Podemos sazonar también, si así nos gusta, con algo de pimienta o incluso nuez moscada con prudencia.